Alex Amaro: su música es un reflejo del alma

De Monte Venus a la escena nacional: La evolución de un artista independiente

Originario de Cancún, Quintana Roo, este artista descubrió su pasión por la música desde joven, influenciado por una familia de músicos y su experiencia en teatro musical. A los 17 años, tras ganar un concurso regional de canto, se mudó a Mérida, donde se unió a Monte Venus, una banda de rock alternativo con la que vivió momentos clave, como compartir escenario con El Tri y consolidarse en la escena independiente.

Su inquietud lo llevó a la Ciudad de México para estudiar producción musical, donde tuvo la oportunidad de trabajar en un estudio con artistas como Mon Laferte, Cristian Castro y los Hermanos Castro. Sin embargo, su verdadera vocación era estar en el escenario, lo que lo llevó a presentar su proyecto musical a Robert Sánchez, productor nominado al Latin Grammy.

Con solo 200 pesos en la cartera, decidió arriesgarse y mostrarle su música a Sánchez, quien vio potencial en su sonido con influencias de la música tradicional mexicana. Desde entonces, ha trabajado incansablemente en su carrera, logrando presentarse en múltiples escenarios y abrir conciertos para artistas consolidados.

El dilema de la identidad musical

A pesar de los logros alcanzados, su evolución no solo ha sido musical, sino también emocional. En un punto crucial de su carrera, grabó un disco completo titulado Me voy a ahogar, pero nunca llegó a lanzarlo. La razón: una crisis de identidad artística.

“De repente dejé de sentirme preparado, algo pasó en mi corazón y sentí que tal vez no era lo que realmente quería hacer. Me estaba dejando llevar demasiado por las tendencias y olvidando mi esencia”, reflexiona. Con el tiempo, comprendió que esas canciones sí reflejaban quién era en ese momento, pero la inmadurez y la incertidumbre le impidieron darles salida.

La decisión de no lanzar el álbum no fue solo suya; su equipo también sintió que algo les faltaba para estar listos. Con los años, entendió que la música no es solo grabar un tema y subirlo a plataformas digitales esperando que se haga viral. Detrás de cada lanzamiento hay una estrategia, una imagen, un discurso y una conexión con el público.

El arte de encontrarse a uno mismo

El dilema de la identidad artística es algo que han enfrentado grandes figuras como Shakira, quien ha sido criticada por cambiar su sonido a lo largo de los años. Sin embargo, su evolución es prueba de que cada etapa musical representa un proceso de crecimiento.

“Todas las versiones de Shakira son Shakira. Ella no ha perdido su esencia, simplemente ha explorado diferentes facetas. Eso es lo que los artistas hacemos: evolucionamos sin dejar de ser nosotros mismos”, explica.

Desde esta perspectiva, el artista comprendió que su carrera debía construirse sobre lo que verdaderamente es, no sobre lo que las tendencias dictan. “No es solo lanzar una canción y esperar que pegue, sino crear un universo alrededor de ella: redes sociales, imagen, mensaje… todo tiene que estar alineado con quien eres”.

Un nuevo comienzo: Sigo siendo yo

Tras años de introspección y crecimiento, finalmente ha llegado el momento de lanzar su nuevo álbum, Sigo siendo yo. Su nombre no es casualidad; es el reflejo de un proceso en el que se cuestionó si aún seguía siendo el mismo después de tantos cambios.

Este álbum es una búsqueda de identidad plasmada en música. La pandemia, la pérdida de su padre y el regreso a Mérida fueron momentos que lo obligaron a replantearse su camino. En ese proceso, encontró una nueva pasión: la barbería.

“Aprendí barbería y monté mi propia barbería en casa. Fue una experiencia que me ayudó a respirar un poco de la música, me desestresó y me dio una nueva perspectiva. Gracias a eso, ahora valoro más el hecho de hacer música, porque entendí que es un lujo poder dedicarte a esto”.

Más allá del reconocimiento o la fama, lo que realmente le motiva es la trascendencia. “Me llena saber que hay personas que escuchan mis canciones y encuentran en ellas un refugio. He recibido mensajes de gente que me dice que mi música les ha ayudado en momentos difíciles, y eso para mí es invaluable”.

Ahora, con un equipo más sólido y una mentalidad renovada, se siente listo para mostrarle al mundo la mejor versión de sí mismo. Sigo siendo yo no es solo un álbum, es una declaración de principios. Una prueba de que la música es un reflejo del alma y de que, por más que evolucionemos, nuestra esencia siempre permanece.

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